Diskussion:International exchange forum

Llamada de la red de facultades rebeldes hacia Viena

Los próximos 11 y 12 de marzo se llevará a cabo, entre Budapest y Viena, un acontecimiento aparentemente irrelevante y autorreferencial: la celebración del aniversario del Proceso de Boloña, la reforma del sistema universitario estipulada hace diez años y progresivamente aplicada en los paises europeos, y no solo en estos. Entre Budapest y Viena, los 46 Ministros de Educación europeos se reunirán para hacer un brindis a la quiebra y la decadencia del sistema formativo europeo. Nosotros que en estos años hemos tomado parte activa en las luchas que se han venido dando en Italia contra la cesión de la universidad, nosotros que en estos años hemos atravesado Europa para conocer otras experiencias que de la misma manera se han opuesto a esta cesión y a la precarización de nuestras vidas, no nos dejaremos engañar por esta farsa, ni por las palabras que estos señores repetiran como una vacía y cansante liturgia: “mobilidad estudiantil”, “eurocompatibilidad”, “competitividad”.

Palabras que en realidad esconden un significado muy distinto: descualificación del saber, fragmentación del recorrido de estudios, explotación económica del estudiante, cortes a la financiación pública, disminución progresiva de los derechos y de las estructuras de bienestar. El engaño tecnocrático que ha constituido los procesos de reforma de estos años, ha sido desvelado precozmente, gracias a los movimientos que han contestado de forma radical al Proceso de Boloña: movimientos que, sin alguna nostalgia por los modelos anteriores, han prefigurado un nuevo espacio constituyente europeo, reivindicando la excedencia y la imposibilidad de medir los saberes. Movimientos que han desenmascarado la verdadera naturaleza del neoliberalismo, oponiéndose a la privatización del conocimiento, a las nuevas barreras impuestas a través de las patentes y el copyright, y que al mismo tiempo, hartos del control de la burocracia de Estado sobre la universidad y el saber, han reivindicado una universidad pública pero no estatal. El estudiante -como no se cansan de repetir los diseños normativos puestos sobre la mesa en estos años en varios países- es un sujeto a todos los efectos que forma parte del nuevo mercado de trabajo basado en el conocimiento, y está al centro de los procesos de gentrificación y de producción en todas las metrópolis europeas. El estudiante es, a todos los efectos, una figura social que produce riqueza. No tenemos nostalgia, al contrario, sobre esta centralidad queremos insistir, dándole la vuelta contra aquellos que han creado una retórica para favorecer las nuevas formas de explotación. A la centralidad productiva del estudiante queremos que correspondan renta, garantías, poder de decisión, reconocimiento de su actividad social dentro y fuera de la universidad. Al contrario, el objetivo del Proceso de Boloña, tras la retórica de la competitividad y de la eficiencia, a sido lo de transformar las universidades en lugares de explotación intensiva de la nueva fuerza trabajo. Al reconocimiento de la centralidad del estudiante en los procesos productivos corresponde siempre una más violenta precarización. Italia, desde este punto de vista, es propiamente un laboratorio de experimentación, ya sea del proceso de Boloña, o bien de los movimientos que se han opuesto a él. Desde un país donde la dinámica dominante es la de los cortes de financiación a la universidad, considerada aún como un gasto corriente más que como un sector en el que invertir, la fragmentación de los itinerarios de estudio, la descualificación del saber, la expulsión de los investigadores de la universidad – todo en un ensamblaje entre retorica mercantilista y persistencia del poder corporativo de la academia – se comprende bien que la tendencia de fondo en toda Europa es la de descualificar la fuerza trabajo cognitiva. Los objetivos que se proponía el Proceso de Boloña, que los mismos legisladores admiten no haber alcanzado, se han revelado un absoluto fracaso. Las cifras hablan por si solas: el 3+2 no ha inserido más estudiantes en el mercado de trabajo, ni estos ven correspondidas sus competencias con un futuro trabajo. También por lo que se refiere a la movilidad estudiantil es notorio que los bloqueos al acceso, entre universidades, facultades, entre el 3 y el 2, entre la licenciatura y el doctorado superan de largo las posibilidades de movilidad. La Onda, el año pasado fue una respuesta a todo esto, no solo a los cortes económicos, sino a la misma estructura de la universidad. Las luchas que se han dado han desvelado la crisis del estado actual de las universidades, pidiendo no solo más calidad en los recorridos formativos, sino sobretodo autonomía en la gestión directa del recorrido de estudios, en la necesidad de compartir los saberes y en la investigación. La misma oposición al corporativismo que caracteriza las universidades de toda Italia, ha encontrado enseguida una expresión constructiva dentro de las prácticas de independencia directa y autogestión de las facultades. La red UNIRIOT, desde 2005, ha tenido siempre el objetivo de constituir nexo y red entre las otras luchas que han emergido en las escuelas y en las universidades, en la conciencia de que es siempre posible individuar una tendencia en el cierre de los dispositivos de mando, así como las posibilidades para las estrategias y las prácticas de momentos de resistencia. La experiencia de la Onda no se ha quedado aislada, encuentra precedentes en el movimiento contra el CPE en Francia en 2006, así como dentro de las experiencias en Dinamarca, en Grecia, en Holanda, en Alemania, en Croacia, en Serbia y en Austria. Un verdadero ciclo de luchas universitarias está atravesando Europa, aunque de forma rizomática; por todas partes se han puesto en el centro algunos ejes decisivos: la calidad de las condiciones de vida para los jóvenes, la exigencia de experimentar la independencia dentro de los recorridos formativos, la oposición a la precariedad y a la privatización del saber, la insumisión hacia el estado de las cosas. Como red Uniriot, creemos que es decisivo atravesar las jornadas de Viena para participar tanto a la manifestación del 11 de marzo en respuesta a la reunión oficial de los Ministros, como a los talleres del 12, 13 y 14 de marzo. Es una ocasión para hacer emerger en primer plano lo que en estos años ha quedado en el fondo, para construir un léxico común entre todas las experiencias que en estos años se han rebelado a los procesos de cesión de la universidad. Por este motivo organizaremos, en las principales universidades italianas, las caravanas que llegarán a Viena en los días de la cumbre.

MAKE BOLOGNA HISTORY!

UNIRIOT – Red de facultades rebeldes

www.uniriot.org

www.bolognaburns.org

Some notes after Bologna Burns

We, as Uniriot Network, took part in the important days of Bologna burns, both in the demonstrations and blockades and in the workshops, seminars and assembly, so we would like to share some analyses and points of discussions, hoping that they could be useful even towards the meetings we are going to face in the next months (Barcelona, Madrid, Bologna, Bochum). After Wien, we came back to our universities discussing about the great days we spent in Austria, sharing our impressions and analyses, as well as our feelings and doubts, not only among the persons who took part in Bologna Burns, but also with all the students and researchers that could not come with us to meet you. Therefore, this text is the result of intensive discussions inside several italian universities and we make it public to improve connections and continue discussions, hoping you will appreciate this effort.

Our evaluation of Bologna burns' days is completely positive and enthusiastic, as we have shared and learned a lot from all of you, as we think those days have been the constitution of the first step toward a new european space of conflict, inside and outside the university, and the possibility of connection at a worldwide level with other struggles. We came back to Italy excited and satisfied by the fullness of those days and meetings!

At first, we would like to highlight the issue of the practices we have experimented collectively the very first days in Wien. From the movement anti- CPE (contrat premièr embauche- First employment contract) to the anomalous wave in Italy and the austrian movement there is a common way of practicing conflict in our cities. The manif sauvage (wild demonstrations) and the blockades are the main tool through which we are able to stop the traffic, that is to say, the circulation of commodities inside the metropolis; it is a common way through which we express our unpredictability and the impossibility to capture us; it is a practice of invading the metropolis from the university shouting that we are everywhere, as the social figure of the student has a productive role in the metropolitan economy of the services, and we want to communicate to everyone in our cities. We think that these kind of practices are part of a common way to make conflict, aiming to spread and improve them in long terms, as learning others in meeting other groups with other ones. Secondly we would like to focus on the organization of debates and workshops, that have been very rich and multifaceted. As Uniriot Network we decided not to propose a workshop cause we wanted to participate in all the others bringing our experience and contents to discuss with yours, and then because there were already too much workshops. In our opinion the proliferation of workshops caused dispersion of persons and multiplication of discussions that very often could be carried on all together: several workshops discussed the same topic and it was impossible to follow everything. The other risk in an excessive proliferation of discussion consists in the reproduction of similar discourses in different places without a common project: discussing all together allow us to produce a common decision about possible projects or experimentations to connect our struggles and share analyses about the transformations of the university. Maybe, preserving the open proposal of workshops, we could experiment in the next appointments few discussions organized on less specific topics.

The last difficulty we faced in Wien was that there was no continuity of discussion among seminar and workshops, and then among the last assembly. Even if there was always someone taking notes of the workshops, nobody reported it at the last meeting, so that the international plenum was a separate assembly that did not consider our previous work, as starting points of discussion, nor the workshops discussions. In our opinion we should diminish the number of workshop and then highlight the discussions in the final plenum to take in consideration all we have proposed in those places and then implementing the common paper. During the final discussion on Sunday we really liked the participation of different realities and we think it was a very important moment to start a common process with a new website, not based on previous organizations, but proposing a new place to share analyses and information, making constructive proposals and organizing a common route of conflict. The common paper is a very important step to deepen our discussions, but furthermore to start the exciting process of making our university. In fact, we are sure that Bologna Burns opened a completely new space of sharing information, connecting struggles, knowing new conflicts and starting common projects. In Wien we analyzed the limit and reasons for which we are against Bologna Process, but at the same time, because we are inside it, we are trying to build up another university: this was a very important turning point in the constitution of an european space of conflict that can really be able to speak and connect to other struggles spreading all over the world. We really want to thank all the participants to Bologna Burns, above all the austrian students for their great work, cause what we have built up in Wien is the fundamental base to begin our autonomous university connecting struggles and devices of organization.

Make Bologna History, Make Our University!

uniriot network